Bufanda cuello de punto

En Navidades me regalaron un ovillo de lana extra grande junto a unas agujas de tejer extra grandes. El ovillo y las agujas son preciosos, pero... yo solo sabía ganchillar. Llevaba un tiempo buscando una excusa para aprender a hacer punto (yo lo llamo calceta) y vinieron en el momento justo.

Se juntó además con que en el centro al que voy a clases de costura dan clases de muchas otras cosas, entre ellas, hay una clase que es “todo labores”, pero sobre todo hacen calceta, bordado y patchwork (que pronuncian “pasguor”, por cierto). Como también tenía curiosidad por el bordado, me apunté.
Yo había querido aprender en casa, sola, como hice con el ganchillo. Busqué, pero no encontré nada de calceta para zurdas en español. En inglés encontré pocas cosas, y tirando a malas. No encontré a nadie que enseñase bien un par de puntos seguidos, si no que tenía que ir saltando de persona en persona, y que si uno pone la hebra por aquí, este la pone por allá... no había manera de avanzar.
Pensé que yendo a clase me iría mejor. Aunque la profesora no supiese tejer con la izquierda, mirando y preguntando estaba convencida de que podría avanzar sola. Y me equivocaba, mucho.


En clase el primer día aprendí el derecho y el revés. El derecho lo había consegudo en casa, y en clase conseguí el revés. Empecé a tejer con esas tremendas agujas del número 19, y la cosa avanzaba bien, aunque físicamente me destrozaban: cansancio, calambres en las manos...
Además, me cogí unas agujas del 4,5, un tamaño normal, para ir haciendo otras cosas en casa. Me encontré este patrón, que además de sencillo me parecía bonito, y me puse con él. También estaba equivocada.
Durante una semana, me llevé bien con el punto. Me duró solo una semana. La bufanda-cuello que estaba haciendo en mi casa avanzaba demasiado poco a poco, no paraba de crecer y nunca era suficiente, pero lo peor pasó en clase.
Llegué un día y mi profesora me quiso enseñar otro punto. Le llamaba punto de espiga. Tiene esta pinta:

punto espiga dos agujas

Pasé una clase entera (casi 3 horas) intentando aprenderlo. Tienes que alternar una vuelta haciendo dos puntos del derecho y dos puntos del revés con otra vuelta del revés. Además, en las vueltas del revés, de cada cuatro puntos, tienes que devolver dos a la aguja, pasar la hebra hacia delante, devolver los dos puntos a la aguja y seguir tejiendo. Todavía no sé ver cuándo tengo que tejer derecho y revés, y ahí me salía mal, pero sobre todo, no entendíamos por qué al pasar la hebra hacia delante y hacia atrás el punto no se iba dibujando.
Después de intentarlo dos veces, mi profesora llegó a la solución definitiva: “vas a tener que aprender con la derecha”. Me sacó las agujas de las manos, me deshizo las últimas vueltas, me cogió a mí las manos y me obligó a tejer con la mano cambiada. Mientras, toda la clase miraba y decía “pues vas a tener que aprender con la derecha, no es tan difícil”.
Pasamos así la última media hora de clase. Yo no sabía cómo decirle que no quería eso, que no estoy cómoda y que así no puedo hacer las cosas. No soy zurda porque me parezca más guay, soy zurda porque es la manera natural que tengo de hacer las cosas. A mí me parece increíble que la gente pueda tener buena letra con la derecha, y no por eso me pongo a mirar lo que escribe mientras le digo “jo, qué difícil lo haces, ¿no es más fácil con la izquierda?” (estoy cansada de que me digan eso).
No, no es más fácil. Tampoco es más cómodo. Si pudiese tejer con la derecha, o hacer cualquier cosa con la derecha lo haría, porque me facilitaría muchísimo la vida: no puedo abrir latas de conserva, por ejemplo. ¡No es por capricho!
Me volví a casa sintiéndome fatal. Hacía mucho que nadie me hacía sentir tan mal. No volví a clase. Tampoco voy a volver.

Decidí dejar la calceta, por lo menos por el momento. No tengo ganas de seguir con ella. Ya no me interesa. Tengo planes para la lana del nº20 que me regalaron en Navidades y la usaré. Pero después de eso, no más.

bufanda sencilla dos agujas puntos cuello

Ayer por fin terminé la bufanda-cuello de punto. Me ha llevado un ovillo y medio (380m más o menos) y la lana me encanta. Llegó un momento que me cansé de usar las agujas, cerré y le hice un tramo que le faltaba a ganchillo.
La lana me la regalaron este verano pasado, una lana vintage de Oso Blanco (Joven) en un color verde azulado oscuro. Pica un poco pero es calentita. Alteré un poco el patrón, y en vez de montar 30 puntos monté 50 porque me parecía demasiado estrecha. Y como mil vueltas después, está hecha.


¿Creéis que volveré a tener ganas de volver a coger las agujas de calceta alguna vez? Ahora siento que no.

10 comentarios:

  1. Ay!!!! mira que te entiendo bien. también soy zurda y tengo que lidiar a cada momento con gente que cree que es mas bonito y mejor a su modo!!! Bah!!! igual somos unas genias!!!! :)
    Por pura coincidencia también soy ganchillera autodidacta y muy apasionada, las 2 agujas, aunque se usarlas (a la zurda!!!!por supuesto) me cuestan lo suyo, pero igual no me interesan tanto. Y alguna vez tuve alguna profesora de tejido (en telar) con la verdad absoluta en sus manos, jajajaj, al final hice las cosas a mi modo, eso no me hizo la aprendiz mas simpática, pero si la mas libre y feliz!!!! jajaja éxitos querida y feliz domingo.

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  2. Que pena que tuvieses una mala experiencia con la calceta... a mí me encanta, pero será porque yo no he tenido tantos problemas como tu al ser diestra...

    Quizás sea un poco ignorante en estos temas, pero.. ¿Y no puedes poner los videos de youtube al revés? ¿o si alguien te enseña y es diestra poner un espejo delante y fijarte en el espejo? ¿o no es lo mismo?

    Bueno, espero que la próxima vez que quieras aprender tengas una mejor experiencia. :)

    Muy chula la bufanda.

    un besooo

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    1. Mi idea era esa, la de mirar a la gente y hacerlo, pero con la otra mano. Pero no me acaban de salir las cosas. Parece ser que como voy tejiendo en el sentido contrario los dibujos de los puntos se van formando en el sentido contrario: mi labor quedaría en espejo con la labor que hiciese un diestro. Tendría que leer los patrones al revés para que me quedase igual.
      Hoy estuve hablando con mi abuela, que lleva toda la vida tejiendo, y me dijo que me dejase de chorradas: que aprendiese bien con la izquierda y que no leyese patrones, que con algo de práctica los saco a ojo.

      Un beso!

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  3. Es una bufanda/cuello preciosa! A mí también me ha pasado algo similar a tu historia en clase con la calceta. La impotencia, la incomprensión y en general lo mal que te hace sentir es inolvidable (y por encima con lo rencorosa que puedo ser yo a veces), pero la calceta no tiene la culpa. Espero que algún día vuelvas a tener ganas de hacer cosas con dos agujas porque la verdad es que pueden salir trabajos realmente preciosos!

    Por cierto! Parece que blogger te quiere. Ayer mientras miraba las últimas entradas de los blogs que sigo, al darle a "ver más" sólo me aparecían entradas antiguas de tu blog xD (Creo que incluso aunque se modifiquen entradas antiguas, no aparecen como nuevas, no?).

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  4. Debe ser muy frustrante no poder hacer las cosas como mejor te sale. No se pero¿has provado el modo continental? es que yo utilizo porque se teje de forma muy similar a si lo hicieras con ganchillo. Quizá de esta manera consigues "girar" la forma de hacerlo. De todas maneras no te rindas!!!!

    Besitos

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    1. Creo que ya lo hago de manera continental, no sé. Cojo la hebra con la mano derecha, la mano que tiene la aguja con los puntos que estoy pasando a la izquierda. Pero creo que el dibujo no queda así porque voy tejiendo en sentido contrario al de las diestras. Para el ganchillo no vi que influyese, pero parece que para calceta sí.

      Un beso!

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    2. pues quiza solo tengas que tejer al reves cuando te onga Dcho. y del derecho cuando te ponga del reves. No se, supongo que la solución la encontraras cuando consigas darle la "vuelta" a los gráficos.

      Besitos

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  5. Ay, cómo me he identificado con la frase "con la derecha no es tan difícil"... yo soy zurda pero ya estoy medio adiestrada, por cuestión de supervivencia y porque no tengo tanta paciencia como tú... lo de abrir las latas me costó años, puede parecer exagerado pero no lo es. El punto aprendí a hacerlo a la manera diestra, al estilo inglés, pero moviendo la aguja izquierda (de donde salen los puntos). La otra mano la uso para pasar el hilo. El ganchillo me costó muchos berrinches en casa porque no se nos ocurrió lo del espejo y mi madre era diestra total (ni ella conseguía "ver" con la izquierda ni yo con la derecha). Al final aprendí porque de casualidad vi a una mujer zurda ganchillear y le pedí que me enseñara.
    ¿Cómo lo haces con las tijeras? ¿Tienes tijeras para zurdos? Yo aprendí a usarlas con la derecha porque la tijera con la izquierda se me abría y no cortaba, y para apretarla bien me hacía daño en la mano.
    Y ya para terminar... no sé qué problema hay en que salgan los puntos al revés si tejes en espejo. En ganchillo pasa así también, el único "problema" que veo es que quieras hacer una rebeca, que te saldrían los ojales en el lado contrario, o una prenda asimétrica, pero aparte de eso...

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    1. Uff, las tijeras... cuando era pequeña y estaba en preescolar, que es cuando te enseñan a pintar, recortar y así a mis padres les costó muchísimo encontrar unas tijeras que se me diesen bien. Me dijeron que mi profesora de preescolar fue clase por clase dándome a probar todas las tijeras, y cuando dieron con unas con las que cortaba le pidieron a los padres del niño que les dijeran dónde las había comprado xD
      Poco a poco voy mejorando, pero hace unos años no podía cortar más que papel o cartulina. Además se me junta con que tengo las manos muy pequeñas, y cualquier tijera un poco grande me es difícil de coger: puedo meter la palma de la mano sin problemas dentro del mango de las tijeras que tengo para la tela xD

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  6. Me parece muy triste lo que estás contando!! has hecho lo mejor en no volver a clase!! que clase de maestra es esa?? de verdad que me he indignado leyéndote...esa no es forma de enseñar a nadie, espero que en algún momento te tropieces con alguien en la vida que pueda enseñarte de verdad y con buenas palabras... lo de la letra con sangre entra ya está muy obsoleto, por dios! un besito y ánimo! que nadie consiga quitarte las ganas de hacer algo

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