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Qué estoy tejiendo

Hace mucho que no hago una entrada de este estilo. Qué estoy tejiendo, qué quiero hacer y qué quiero aprender luego, porque siempre hay algo nuevo que aprender.
Y la verdad es que hacía tiempo que no podía tejer con tranquilidad. Desde que me mudé he estado luchando con horarios y acostumbrándome a la nueva manera que tengo de organizarme y apenas me quedaba tiempo en el día que dedicar a tejer. Pero ahora que hace seis meses que estoy por aquí empiezan a asentarse las cosas y me encuentro con que tengo ratos libres que puedo dedicar a las agujas. ¡Y estoy volviendo a caer en el vicio!



Lo primero que me puse a tejer cuando vi que tenía tiempo para dedicarle, fue este cuello. Es una lana de cuyo nombre no me acuerdo que se teje con agujas de 19mm y que me habían regalado hace un par de años. Por fin pude terminar algo tejido con ella, porque lo que empezaba terminaba deshaciéndolo a las pocas vueltas. Puedo asegurar que es una lana resistente, que apenas notó todas las veces que hice y deshice.
Monté como 15-16 puntos y todas las vueltas están hechas a punto bobo. No tiene mayor complicación. Lo más difícil es coger las agujas, que son enormes y como vayas tejiendo rápido también rápido llegan los calambres a las manos (por lo menos a mis manitas pequeñas).


Para compensar lo fácil que fue el cuello me marqué un reto para el siguiente proyecto: una prenda de vestir. Volví a usar como excusa a la hija de mi amiga y ahora tiene un vestidito nuevo. El patrón elegido fue el Little Sisters Dress. No es difícil, pero la primera vez que lo empecé fue un fracaso. Terminadas las vueltas alternando derecho y revés, no sé cómo, me faltaban casi 100 puntos. Tuve que deshacer todo, obviamente, y volver a empezar. No sé qué falló la primera vez, porque para mí que al rehacer hice lo mismo que antes y salió bien.
Los colores elegidos cada vez me gustan más. Está hecho con Fabel de DROPS: un ovillo mostaza y dos matizados en azul-violeta-blanco-beis, y tejido con unas agujas de 3mm, creo. Pensaba que la parte de la falda se me iba a hacer mucho más pesada de lo que realmente fue (tardé menos tiempo en hacerla que la parte amarilla, por ejemplo) y aunque no la bloqueé bien del todo, me gusta mucho el resultado.
Además, le he puesto un botón de madera, y los botones de madera siempre son bien.


Este vestido se me alargó mucho en el tiempo, porque por el medio estuvimos tejiendo para La manta de la vida. En Castellón, a pesar de haber tejido muy poca gente y no haber hecho ninguna reunión ni promoción, sacamos unas 25 mantas. Yo hice una mía propia, con lanas que tenía en casa, además de dos a medias con lanas donadas.
Hacía mucho tiempo que no hacía ninguna manta, y fue la primera vez que hice una tan grande, y me pareció que no llevaba tanto tiempo hacerla. También es cierto que la mía no llevaba nada unido, que la hice de una pieza, y las otras dos fueron cuadrados de 50x50cm y no pequeños, pero creía que hacer una manta me llevaría mucho más tiempo.
Hice casi tres mantas en el mes escaso que nos daban para tejerlas, así que no está nada mal.

Esta semana, en una tarde, hice un cuello a ganchillo que puse por twitter pero que no puedo enseñar en el blog porque es un regalo de Navidad y va a ser una sorpresa. Cuando llegue su momento lo traeré por aquí, con link al patrón, que es bien chulo.

Además, estamos preparándonos para hacer una intervención en el parque Ribalta de Castellón la próxima semana para unas jornadas contra la violencia de género. Me he puesto a hacer flores a lo loco, y no le he sacado fotos a ninguna, aunque tampoco es que fuesen complicadas ni tuviesen mucho mérito. Además, a medida que iba haciendo puñados las fui entregando, así que tampoco tengo ni idea de cuántas van. Cuando esté todo montado espero pasarme por Ribalta en una de esas pocas horas del día en las que hay sol para sacar fotos. Solo una vez antes me había propuesto hacer flores y no tuve ningún éxito. Esta vez he dado con un par de patrones sencillos y bonitos que me han dado más resultado que los otros que había intentando (y que no soy capaz de encontrar ahora, por cierto).

Y ahora, ¿qué toca?
Le debo desde el año pasado a mi padre una chaqueta de invierno. Cuando me la pidió le dije que sí, aunque no tenía ni idea de cómo hacerla. Como se puede ver, ya sé hacer algo más que bufandas a punto bobo con dos agujas, y me voy a lanzar a la piscina. Cuento con la ayuda y la guía de La oveja Lacha y ya tenemos patrón elegido. En algún momento debí pensar que seguir el patrón de una chaqueta era demasiado fácil y vamos a alterar un jersey para que tenga abertura por delante. A ver en qué queda.

Después de la chaqueta, que va con una lana gruesa y espero que no me lleve demasiado tiempo, es hora de quitarme uno de los antojos que tengo con el punto: hay que aprender a hacer trenzas. Se acabaron las excusas y es hora de empezar a saber adornar un poco lo que vaya haciendo. No puedo rechazar más patrones porque tienen una trenza y me aterroriza.
¿Y en qué voy a aplicarlas? No sé. Pensaba en hacerme un cuello, o un cuadrado de prueba que desharía después, pero es que me acabo de encontrar con el patrón Selkie y estoy enamorada. A lo mejor es pasarse para empezar, pero fuck it. Es tan bonito que me da igual tener que hacer y deshacer hasta llorar (y lo haré más largo porque a mí la manga francesa me da más frío que la manga corta).


De aquí a que llegue a esta parte de la cola de pendientes seguro que surge algo que me la estropee, pero tengo otro antojo con el que es hora de acabar: calcetines. Ya no le tengo miedo a las dos agujas y hace años que quiero aprender a hacer calcetines. No he mirado patrones ni nada, empezaré por unos sencillos del todo y me conformaré con que salgan los dos iguales. Luego ya me pondré a complicarme la vida.

No está mal, ¿no? Para no tener tiempo y para hasta hace unas semanas no haberme traído todas lanas he hecho bastantes cosas. El amigurumi, como dije, lo tengo aparcado, aunque a veces me entra un mono tremendo de tejer y terminaré cayendo cualquier día de estos. Tengo un par de ideas para tejer en pequeño esos días que me apetece muchísimo, pero de momento no lo meto oficialmente en la cola.

¿Conseguiré cumplir con la lista de pendientes? A lo mejor le hago un gorrito antes al bebé, o unos patucos, o algo pequeño...
Sacadme de Ravelry, por favor.

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El peor consejo del mundo

Cuando Dawanda abrió portal en España, intenté seguir su blog. Pero daba unos consejos tan malos que dejé de hacerlo casi al momento. Qué cara de espanto se me quedó cuando recomendaba traducir la tienda a cuántos más idiomas posibles, aunque fuese usando algún traductor automático. Claro: ¡para que te queden descripciones y títulos como ¡navega libre!, el nuevo “envío gratis” (free shipping) de Ebay, que por fin han corregido. O como me encontré hoy en Aliexpress: Plástico sacador de la aguja de aro (“Plastic punch needle hoop”: bastidor de plástico).


Pero el otro día me llegó por twitter un nuevo súper-consejo de Dawanda que se ha convertido automáticamente en uno de mis favoritos (me permito bajar las mayúsculas):

Truco para las tejedoras zurdas: Si sois zurdas, seguramente os costará más trabajo interpretar los gráficos de crochet o punto. El truco está en poner un espejo en el lado izquierdo del gráfico para poder interpretarlos mejor. Si sois manitas con los programas de edición de imágenes también podéis darle la vuelta con algún programa y ¡listo!

Como tejedora zurda de punto y de crochet, me parece el consejo peor dado de la historia. Porque:

1-El problema de las zurdas al tejer no está en los patrones, está en el propio acto de tejer: cómo coger las agujas, por dónde pasar la lana... e incluso aunque el consejo no hablase de patrones, no nos vale poner un espejo delante de quien nos está enseñando: si se pone delante, solo tenemos que copiarlo. Con el punto creo que es un poco más difícil, porque lo del revés sale por el derecho y viceversa, pero solo lo creo. Tengo que experimentar un poco más para estar segura.

2-Los zurdos leemos y escribimos de izquierda a derecha, como los diestros. No tiene sentido invertir el gráfico del patrón, porque podemos leerlo e interpretarlo de manera normal. Solo puede ser útil en caso de texturas o dibujos no simétricos, o trenzas si se es quisquilloso, porque sí quedará en espejo respecto a lo que dice el patrón. Pero, sinceramente, ¿cuántos patrones habéis tejido que no fuesen simétricos, o que dándoles la vuelta quedasen feos?

No es un consejo para nada útil. Lo da sin saber cómo tejemos las zurdas y confunde las necesidades que tenemos para aprender más rápido o más fácil. Invertir un patrón no ayuda a tejer mejor.
Sin embargo, es normal encontrarnos cosas así. A pesar de que somos muchos zurdos en el mundo, y estadísticamente copamos las actividades creativas y artísticas, somos como desconocidos para los diestros. ¿Cuántas veces habré oído "¿y no te resulta más fácil hacerlo con la derecha?" o "qué raro escribes"? El culmen de todo esto me pasó hace ya casi dos años, aquella vez que intenté aprender a calcetar con profesora y me largué de la clase y nunca más volví.

¿Mi consejo para las zurdas que estén aprendiendo a tejer?
Youtube y más youtube, si es que no tienes a ninguna tejedora zurda cerca que te pueda echar una mano. No he encontrado ningún canal que tenga una colección completa de vídeos que enseñen a tejer punto con la mano izquierda, pero saltando de canal en canal se puede aprender (para ganchillo Tejido para zurdos es un buen apoyo). Por lo menos lo básico, hasta que tengas el dominio suficiente como para poder ver vídeos de diestros y adaptarlos a la otra mano.
Y mucha paciencia. Aprender punto y ganchillo son un ejercicio de paciencia y perseverancia, pero más aún cuando eres zurda. Pero como todo en esta vida para los que manejamos la otra mano: como los abrelatas o las tijeras.

Algún día dominaremos el mundo y los diestros veréis qué es mojarse el brazo al ir a abrir un grifo. Esa será nuestra venganza.

Fuente de la imagen
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Knit the sky

Knit the sky, knitting book

Hace unas semanas tuve la suerte de poder hacerme con Knit the sky de Lea Redmond, un libro diferente y precioso sobre punto. Ya leído y con la lana seleccionada para probar alguno de sus proyectos, os puedo hablar de él.
El nombre de Lea Redmond seguro que os suena de algo, especialmente si os pasáis habitualmente por Ravelry. Lea fue la primera en tejer una bufanda-calendario: tejer una vuelta al día con un color de lana relacionado con el color del cielo ese día. La Sky Scarf tiene más de 500 proyectos en Ravelry y en Pinterest hay mil variaciones e ideas.
Knit the sky profundiza en esta idea, y nos ofrece, durante más de 100 páginas, diferentes ideas para explorar, todas ellas relacionando el mundo de nuestro alrededor con el proyecto. No son proyectos para hacer en una tarde ni en dos: son proyectos para disfrutar, para alargar en el tiempo y dejar que reflejen un pedazo de cada día. Como un diario, pero codificado y vestible.

Knit the sky, knitting book

No solamente hay bufandas dentro del libro: se proponen mantas, calcetines, gorros, cuellos... Pero el foco de atención de cada proyecto está en los colores. En cada proyecto se propone una meta y una manera de elegir los colores que lo formarán. Se explica cómo formar una paleta de color, dónde encontrar la inspiración, y qué materiales elegir para conseguir el mejor resultado. Además, se ofrecen todo tipo de secuencias de colores para inspirarse, no solamente el cielo: los colores de la ciudad, de las flores, e incluso encuentra la manera de relacionar colores son sentimientos.
Los patrones son muy sencillos, porque lo importante es lo que va a contar cada prenda con sus colores. A una tejedora experta la última parte del libro, con los patrones y explicaciones de cómo hacer los puntos más comunes, no le dirá nada nuevo, pero a las que estamos empezando nos resulta una guía muy útil y sencilla.

Knit the sky, knitting book


El libro tiene bastante texto, pero viene acompañado de unas ilustraciones preciosas que acompañan a cada proyecto. Hay páginas que no puedo dejar de mirar, como las del proyecto "Monster under your bed". Y el proyecto "You are as beautiful as the Moon" lo tengo ya planificado. ¡Cuándo stash me voy a quitar de delante!
No sé si van a traducir el libro, pero aunque no tiene un nivel difícil, no lo recomiendo para quien no se sienta segura con el inglés. Si lo traducen, desde luego, es una recomendación segura que le haré. Si cuento esto es porque ver tantas letras juntas podría desanimar, aunque ya digo, el nivel de los textos es muy asequible.
La editorial me ha enviado un ejemplar sin terminar. Es posible que cambien un par de cosas antes de ponerlo a la venta, pero el espíritu del libro es este. Sale a la venta el 25 de agosto, pero en Amazon y en Bookdepository ya se pueden reservar (y recordad que en Bookdepository siempre hay envío gratuito ;) ).

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La caja del bebé III: gorritos

Con esta entrada, ya terminamos de examinar en detalle la caja del bebé y todo lo que llevaba dentro. Después de la manta que hice y deshice mil veces, la elaborada chaqueta y el chupetero, llega lo más sencillo: los gorritos.

Gorro bebé sencillo punto crochet gratis

En realidad le mandé tres gorritos, pero solamente le saqué fotos a dos. Están todos hechos con lana en los mismos tonos: beis y marrón. Los dos que voy a enseñar con muy sencillos, tanto que no he usado ningún patrón (y no me trajeron de cabeza, como con la manta).

El primero, el gorrito con pompón. Porque me cuesta mucho imaginar un gorrito sin pompón. Está tejido con Nido, de Lanas Stop, una lana finita y suave pensada para bebés que hay en un montón de colores diferentes.

Gorro bebé sencillo punto crochet gratis
Gorro bebé sencillo punto crochet gratis

Está tejido a calceta y fue mi primera experiencia con cinco agujas. Compré unas agujas demasiado largas (23cm) y estaban constantemente pasándome por delante de la cara, pero conseguí terminar el gorrito sin clavarme ninguna en un ojo. Y el gorro salió como esperaba: ¡un éxito!
Para hacer el gorrito busqué tallas estándar de gorros de bebé. Elegí una medida para 6 meses, y monté en las agujas tantos puntos como correspondían con la talla. Con el color marrón hice cinco o seis vueltas en punto elástico (de 2x2) y cuando el elástico estuvo terminado, cambié a punto jersey y le di altura, a punto jersey, alternando dos vueltas de beis y dos de marrón. Al llegar a la altura que quería, cerré los puntos, le pasé una hebra haciendo zigzag, tiré para fruncirlo y así cerré la parte de arriba del gorrito. Y solo me quedó hacerle un pompón pequeñito para terminarlo.
Es un tipo de gorro perfectamente apto para principiantes. Tan principiantes que ya veis, nunca había hecho nada con cinco agujas. Y tras los líos de las primeras vueltas, va todo rodado.

El segundo gorrito está hecho a ganchillo y no tiene forma circular, si no rectangular, aunque también está tejido como un tubo. Lo hice con la Nuvole de Lanas Stop, una lana tan preciosa y suave como difícil de tejer: su textura te impide ver los puntos sobre los que tienes que tejer. Tiene un acabado espectacular y creo que es la cosa más suave (no solo lanas, en general) que he tocado en mi vida.

Gorro bebé sencillo punto crochet gratis
Gorro bebé sencillo punto crochet gratis

De nuevo, volví a hacer una cadeneta tan larga como la medida de gorrito para seis meses. Uní los dos extremos para hacer un tubo, y con punto alto, hice unas cuantas vueltas hasta llegar al alto deseado. No lo tejí en espiral, si no que cerraba cada vuelta y volvía a empezar la siguiente con un par de cadenetas, para que quedasen todas alineadas. Después de terminarlo, en vez de fruncirlo, cosí recto el final del tubo, haciendo un rectángulo.
Y luego solo quedaba hacer dos triangulitos pequeños con el color de contraste, para hacerle la forma de las orejitas, y coserlas cerca del borde de las esquinas. Parece fácil, pero con lo difícil de tejer que es esta lana... fueron un reto.
Pero el resultado es tan bonito, tan original, que vale la pena la dificultad de la lana. Es una calidad espectacular, y creo que tiene también unos cuantos colores. Como el gorrito lleva muy pocos metros, ya estoy pensando en qué puedo hacer con lo que me ha sobrado de los dos ovillos.

¡Hasta aquí la caja del bebé! Por lo menos la primera, porque ya tengo secando telas que usaré para las próximas cosas que haga, y ya tengo impresos otros patrones. Esto de hacer cosas para bebé es adictivo. ¡Y son tan bonitas!

Por cierto, ¿sabéis qué pasa en mayo? ¿No? ¿Expotaku? ¿Pánico? ¡SÍ!

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La caja del bebé II: chaqueta y chupetero

Seguimos desmontando la caja que envié para el bebé. En esta entrada os voy a enseñar las prendas que más elaboradas están y de las que más contenta estoy: la chaquetita y el chupetero.

Hacer una chaqueta era mi gran reto. Al final la chaqueta fue más fácil de lo que pensaba, y el reto que no pude superar fueron los patucos. Además, hacer la chaqueta fue tan bonito y tan sencillo que desde que la terminé estoy buscando más patrones para seguir haciéndole chaquetas, jerseys, o lo que me echen.
La chaqueta está tejida con Big Merino de DROPS en este color violeta tan bonito. Al verlo me enamoró, aunque no será porque la Big Merino no tiene colores bonitos. Creo que me llevó nada más que dos ovillos (o tres, ahora no estoy segura) y se hace entera con agujas rectas.

Chaqueta de bebé punto sencilla

Seguí un patrón conocidísimo, Baby Ribbed Jacket de Debbie Bliss, gratuito en Ravelry y con casi 4500 proyectos. Se teje de una pieza (o de dos, porque para el cuello hay que levantarle puntos) y por si no me aclaraba bien, me ayudé del tutorial de Creativa Atelier para no atascarme. Y de un montón de vídeos de youtube para disminuir, cerrar o recoger puntos. ¡Pero conseguido! A pesar de que creo que me quedé un poco corta de vueltas en el cuello. Ya me contarán los padres cómo le cierra. Qué rabia me da cuando los patrones de punto dicen "teje así hasta que veas", en vez de dar una cantidad de vueltas concreta...
En vez de cerrarla con un broche, y como no había ni que hacerle ojales, la cerré con dos botones de madera. Creo que podría pasar el resto de mi vida cerrando prendas únicamente con botones de madera.

Chaqueta de bebé punto sencilla

También fue la primera prenda que bloqueé en serio. Y aunque no me daba ninguna confianza, ¡funcionó! No me lo creía cuando quité los alfileres y la chaqueta ya tenía forma y no era un trozo tejido y arrugado. Me da confianza para seguir bloqueando cosas: no es magia, como me parecía antes.

La otra cosa de la que quería hablaros es el chupetero. Hacía tiempo que había visto algunos bien bonitos en Pinterest, pero no pensé en hacerle uno. Sobre todo, porque no tenía el enganche para la ropa. Los enganches de tirantes que tenía por casa los reciclé y se los mandé a una amiga hace unos meses porque los necesitaba entonces, y no sabía dónde conseguir más. Hasta que en un puesto de mercadillo que trae restos de mercerías, tenía dos.
Y entonces empecé a pensar en qué hacerle. Mi idea original no se parecía en nada a lo que terminó siendo: una ovejita.

Chupetero a crochet de oveja
Chupetero a crochet de oveja

Lo tejí con el hilo Katia Amigurumi 100% algodón. Tiene una composición hecha 100% de algodón, por lo que sé que si le roza en la cara o en el cuello no le va a picar ni a hacer ninguna irritación y tiene un grosor menor al de las lanas que suelo usar: más margen para darle forma.
Después de probar un par de cosas que no funcionaron, busqué en Pinterest apliques de ganchillo de ovejitas y... bueno, no se parece a los de las fotos, pero me gusta mi resultado. Así que no seguí ningún patrón y creo que no lo apunté mientras lo hacía. Llevaba mucho rato dándole vueltas, haciendo y deshaciendo; no creo que cuando conseguí la forma que se quedó pensase que era la definitiva.
La cara de la oveja está hecha con beis, la lana con blanco y la tira-hierba en verde. Los ojos son hebras de hilo de bordar en negro. El chupete se engancha al extremo de la tira verde, y se ajusta con un botón fácil de enganchar y desenganchar. Todas las piezas de ganchillo están cosidas entre sí.
Además, le hice una parte trasera para coserla a la otra mitad de la pinza, y la reforcé con un poquito de pegamento inodoro. Obviamente, la tira verde tiene el largo recomendado con el que es imposible que le dé vueltas al cuello de la pequeña. Chupetero mono sí, pero ante todo, seguro.

Como decía en la entrada de la caja, mi álbum en Pinterest de bebé se me ha ido de las manos. Y en parte, tengo que admitir, por la cantidad de jerseys y chaquetas tan bonitas que me he encontrado. Y qué combinaciones de colores tan chulas y originales. Otro patrón sencillo y conocidísimo es el Puerperium, que con los botones en el cuello me tiene enamorada. Y también me ha enamorado este jersey con su combinación de colores (en la fuente original ya no aparece :( ). Pero en general cada jersey o chaqueta que veo me gusta más. Suerte que no tengo la niña al lado y no tengo tiempo, porque iba a hacerme pobre comprándole lanas.

Para la próxima entrada le toca a los gorritos :)

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La caja del bebé

¡Por fin está aquí!
Después de un par de retrasos por imprevistos, la caja está lista y enviada, y por lo tanto ya puedo enseñarla. Quería que llegase a tiempo para el nacimiento de la pequeña, pero entre imprevistos y que se adelantó a lo esperado, no pudo ser. La pequeña ya está entre nosotros desde hace casi 20 días. De todas maneras, y como comenté cuando empecé a preparar la caja, como no sé qué tamaño tiene un bebé, le hice la ropa tirando a grande, para no arriesgarme. Aunque llegue un poco tarde lo que le he hecho le va a servir :)
Yo supe desde el primer momento que iba a ser una niña. Sin embargo, no quise hacerle una caja típicamente de niña. Nunca me ha gustado que desde incluso antes de nacer se clasifique a los bebés y que se les trate diferente por su sexo. Son bebés, son niños, su trabajo es comer, cagar, dormir y reír mucho. Son iguales. Las imágenes que aparecen de vez en cuando por twitter con los diferentes mensajes que aparecen en los bodies según si son para niño o niña (“guapa como mamá; listo como papá”, etc.) me hacen hervir la sangre. ¿No queremos que sean lo mejor que puedan en un futuro? ¿Que sean felices haciendo lo que les guste? ¿Por qué entonces les marcamos esos mensajes desde taaaan pequeños? Incluso leí una vez en un blog a una chica embaraza que desde que sabía que esperaba una niña, su marido la trataba mejor. ¿De qué vais?
Quería hacerle una caja con cosas y colores neutrales, porque, de todas maneras, seguro que ya iba a tener muchas puntillas y cosas rosas. Pero colores neutrales pastel también seguro que va a tener, así que me fui a colores vibrantes y vivos.
Además, odio el rosa.

Así que me puse manos a la obra en esta primera caja. Digo que es la primera porque seguro que habrá muchas más. Hasta que la niña se harte de mí y de mis cosas hechas a mano, por lo menos. En esta caja van todo prendas tejidas, pero no puedo dejar de mirar cosas en Pinterest y la próxima llevará algo cosido. Corrijo: varias cosas cosidas. Cosas que por la edad de la niña todavía no usa o que por tiempo no he podido hacer.
Así que vamos a la caja:

Prendas tejidas para regalo de bebé

Lo más grande es una manta color block en tonos verdes. Es gruesa y pesada, para arrullar bien durante el invierno suizo. Sin bromas lo de pesada, pesa casi medio kilo. Descubre más sobre esta manta en este enlace.

Prendas tejidas para regalo de bebé
Prendas tejidas para regalo de bebé

Como no fui capaz de hacer unos patucos, lo compenso con dos gorritos. Uno con pompón y otro con forma cuadrada, que al ponerle la cabeza dentro le hará la forma de dos orejitas de gato. Uno a ganchillo y otro a calceta: mi primera prueba con cinco agujas, y casi me saco los ojos. ¿Quieres saber cómo los hice? Pincha aquí.

Prendas tejidas para regalo de bebé

Una chaquetita violeta. Ya lo dije mientras estaba tejiéndola: quería hacer una caja sin colores de niño o niña, pero este violeta me pareció tan bonito que tuve que comprarlo. Es una suerte que haya sido niña, porque si fuese niño posiblemente lo hubiese elegido igualmente y no sé qué les parecería a los padres vestir a un niño de lila :P Patrón, tutoriales y más para tejer la chaqueta y detalles sobre el chupetero.

Prendas tejidas para regalo de bebé
Prendas tejidas para regalo de bebé

No podía faltar un amigurumi. Escogí este patrón de conejo de orejas bien largas, que hacía mucho que no tejía, porque a los bebés (aunque un poco más mayores) les encanta agarrar cosas. Con las patas y los brazos tan largos que tiene, es perfecto para agarrar y zarandear. Y sin ojos de plástico, con la cara bordada, para que pueda moder y chupar todo lo que quiera (aunque personalmente, lo de meterme lana en la boca nunca me ha gustado).

Prendas tejidas para regalo de bebé

Y un detalle que tuve que incluir a última hora porque no me quedaba tranquila: un chupetero a ganchillo. Tiene forma de ovejita y suave y redondito.

Prendas tejidas para regalo de bebé

Todo metido en una caja bonita y dura, que le sirva a los padres para almacenaje de lo que necesiten cuando ya le hayan sacado todo esto de dentro :)

Prendas tejidas para regalo de bebé

Como veis, la caja va completa. Como me quedaba una entrada muy larga explicando cómo había hecho casa cosa, he ido publicando más entradas, más o menos breves, sobre las prendas. Podéis encontrar los links un poco más arriba. Tutoriales, patrones, lanas, todo lo interesante, vamos.

Mientras tejía todo esto, mi álbum en Pinterest sobre Bebés se me ha ido de las manos. Tengo ganas de seguir tejiendo muchas cosas, aunque tenga compromisos que cumplir antes.
¿Qué es lo siguiente que debería hacer?
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KAL Raw Honey

Hace un mes más o menos, Gemma de Wasel Wasel propuso un KAL. Es decir, Knitting, no Crocheting. No era lo mío, era lanzarme en cohete hasta lo que llaman “fuera de mi zona de confort”, pero no pude resistirme. Acaba de probar a tejer en agujas de doble punta y quería una excusa para volver a hacerlo.
El patrón elegido es el Raw Honey de Alicia Plummer. Es bonito pero sencillo: se hace todo combinando punto del derecho y punto del revés. Y como normalmente me pasa, fue una pequeña odisea, de principio a fin.

Raw Honey Mittens, link to pattern

Para empezar, como no tengo dónde conseguir agujas de doble punta de las medidas que necesitaba (cuando fui a por las del gorrito de bebé solo tenían un juego y era del 3,5) las pedí por Ebay. Me confié en los precios de los envíos exprés (o llegarían casi en marzo) y al final me hubiese compensado comprarlas en España.
Las agujas tardaron más de lo previsto en llegar, por encima. Incluso pensamos que las habían perdido, pero solo fue el vendedor malinterpretando al mensajero. Un lío. Mientras, yo veía que el resto de participantes iban tejiendo sus mitones y me moría de envidia.

Raw Honey Mittens, link to pattern

Cuando llegaron, me puse a ello al momento. Elegí una lana bastante más fina de lo que pide el patrón, porque vi que los mitones que se iban tejiendo quedaban grandes, y mis manos son extra pequeñas: la talla S del patrón es para una muñeca de 15cm y la mía es de 10cm. Y también cogí esta lana porque la tenía en casa desde hace años y no sabía en qué más usarla.
Usé la Extra merino de Lanas Stop. Tiene un grosor aproximado de 4,5, y para las agujas de 4 y 4,5 con las que se tejen los mitones se maneja muy bien, aunque el dibujo que debería formar apenas se aprecia por ser tan finita; creo que el patrón pedía una de grosor 6. Al ser merino, además, son finos, ligeros y flexibles, pero muy calientes y cómodos.

Mi segundo problema vino al terminar el elástico del primer mitón. Nunca había seguido un gráfico con un esquema de puntos e hice las primeras vueltas mal. Y luego, volví a interpretar mal las instrucciones e hice mal los aumentos para el pulgar. Solté las agujas, deshice un trecho y cuando quise volver a ponerlas, aquello no tenía remedio ya. Deshice todo y volví a empezar.
Pero lo cogí con más ganas. Terminé el elástico en menos tiempo que la primera vez, ya empecé a hacer el dibujo de las primeras vueltas como tocaba, hice bien los aumentos para el pulgar... y cuando me di cuenta, estaba volviendo a enganchar las agujas en el pulgar para rematar todo.
Terminado el primero y con la experiencia anterior, el segundo lo hice en un día. Fue todo bien hasta... hasta que se me terminó la lana. A dos vueltas de terminar el pulgar. Casi me da un algo.
Había pesado la lana antes de empezar. Calculé el peso, calculé los metros que pedía el patrón. Me daba de sobra. Terminado el primer mitón, lo pesé, y pesé también lo que me quedaba de lana. Parecía que tenía margen. Pero no. Cuando me quedaban menos de 40cm para terminar, se acabó.
Por suerte, rebuscando en el alijo secreto, encontré un azul muy parecido. Es un hilo de algodón que no tiene nada que ver con el merino, pero el color daba el pego. Terminé el pulgar y porque sé que son dos lanas diferentes, porque creo que apenas se nota la diferencia (esa lana es la que me sobró de esta bufanda).

Raw Honey Mittens, link to pattern

Y ahora estoy más que contenta con mis mitones nuevos. He aprendido un montón mientras: sobre todo, los aumentos y cómo cerrar los puntos. Nunca lo había hecho así y me parece mucho más fácil y con mejor resultado que cómo lo estaba haciendo.
Así que muchas gracias a todas las participantes. No tuve que pedir ayuda porque cuando empecé ya habían solucionado todas las dudas que se podían tener, pero fueron muy necesarios los vídeos que compartieron. Y sobre todo, gracias a Gemma por poner todo esto en marcha :)

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Aprender punto para bebé

Esta Navidad me dieron una noticia de estas que te hacen coger perspectiva del tiempo, te hacen sentirte mayor... y aún así es una buenísima noticia: la primera de mis amigas está embaraza.
Siento todo este vértigo y miedo porque es la primera. Es el primer bebé que nace en mi entorno de amigas. Es algo muy grande. Nos hacemos mayores y empiezan a llegar las bodas y los bebés y el tiempo está pasando muy rápido.
Por supuesto, he conocido chicas jóvenes que tenían hijos, alguna incluso siendo menor de edad, pero no eran mis amigas cercanas o las conocí cuando ya habían nacido. No es lo mismo cuando se trata de alguien que conocí en la ESO y con quien estuve día a día durante casi 6 años. Y aún ahora, que estamos cada una en un país, seguimos siendo cercanas y nos vemos todo lo que podemos y cuando quedamos es como si el tiempo no hubiese pasado.

punto para bebé patrones
Merriment Bonnet, patrón en Ravelry de Melynda Bernardi
Cuando esta amiga se casó, como regalo le prometí ajuar completo para los hijos que tuviese, cuando naciesen. No caí en que su madre y su familia ya la iban a llenar de ropa y de todo lo que necesitase (me dijo que ya tiene un camión de zapatitos) y aprovechando que sé tejer, y recientemente coser, quería aportarle algo que el resto no podía: ropa hecha a mano, a medida, de esta ropa eterna que sus hijos podrán reutilizar en sus hijos. La niña nacerá en Suiza, y voy a preocuparme personalmente de enterrarla en lana.
Cuando le hice el regalo no suponía que iba a canjearlo tan pronto. Pensé que me daba un par de años de margen para seguir peleándome con las dos agujas, pero no. La niña nacerá a principios de abril, tengo tres meses para aprender a hacer ropa, en general; algo que no he aprendido en los 4 años que llevo tejiendo. Algo que ni me planteaba hacer en punto a corto plazo.

Ahora, tengo dos grandes problemas para poder cumplir mi palabra:

1- Tengo mucho que aprender.
Los patucos, mantitas, peluches y gorros sé que puedo hacerlos a ganchillo. Sin embargo, quería hacer alguna chaqueta o mono a punto. Tengo que aprender muuucho, si tenemos en cuenta que lo único que manejo con soltura es el punto bobo. Tengo que aprender a combinar puntos, a aumentar, a disminuir... voy a dar muchas gracias a todos los tutoriales que me encuentre, porque sé que me quedan unas cuantas horas peleándome de nuevo con las agujas.
Como no tenía bebés a mi alrededor, he visto muchos patrones de patucos, gorros y muchas cosas mas, pero no les presté atención. Es hora de empezar a fijarse en la tensión, en lanas recomendadas, en tamaños y tallas y bloqueos y ponerme a hacer patucos, gorros, mantitas y lo que encuentre.

2- No sé qué tamaño tiene un bebé
Lo digo completamente en serio. Hace tranquilamente 15 años que no tengo ningún bebé en brazos, y probablemente fue uno de mis primos pequeños, que ya casi son mayores de edad. Veo muchos bebés en fotos, pero no sé qué tamaño tienen ni a qué ritmo crecen. ¿Qué talla escojo? ¿Si hago una un poco más grande me pasaré o podrá aprovecharlo un tiempo? ¿Y cómo se lo pruebo yo ahora? Es muy difícil.
Es más, no sé a qué edad hacen cosas los bebés, para tener alguna referencia. ¿Cuándo empiezan a caminar? ¿Cuándo dejan de crecer tan rápido y se convierten en esos niños regordetes que pesan media tonelada y rompen todo mientras ríen a carcajadas? Tengo una imagen mental de un bebé, pero ¿qué edad tiene? ¿Cómo sé a qué se refieren los padres cuando dicen “está grandote”, “tiene más talla de la que le corresponde”, “es canijo”? ¡Es muy difícil!

punto para bebé patrones
Basket weave baby blanket, patrón de Joanne Loh

A pesar de todo, no dejo de tener ideas. Tengo muchas ganas de ponerme a hacer cosas ya. Me quedan solo tres meses, que serán dos y medio si tenemos en cuenta que la niña nacerá en otro país y quiero enviarle una cajita para que la tengan allí con tiempo.
Esta caja, como les escribí en el regalo, tiene que incluir un gorro, patucos, chaqueta, mantita y algún peluche, como mínimo. Aunque se espere para abril, donde nacerá tienen temperaturas invernales (desde el punto de vista de España), así que puedo usar lana tranquilamente y por kilómetros. Creo que en la primera cajita no irá nada de costura, pero eso lo digo ahora. Ya veremos. Ya nos conocemos.

De momento, estoy buceando en Ravelry y buscando patrones e ideas para llevar a cabo. A lo largo de esta entrada tenéis los proyectos que más me van gustando. Pero el mundo del bebé es uno que apenas conozco y en el que me voy a sumergir durante este 2015.

punto para bebé patrones
Lattle Baby, precioso proyecto de Bruni2 del patrón Lattle Baby Coat de Lisa Chemery
Tengo muchas ganas de tejer muchas cosas. Además, de todas mis amigas/amigos con pareja, es una de las pocas que va a tener hijos. Las generaciones superiores a nosotros dicen que cada vez menos gente quiere tener hijos, pero es que si miro a mi alrededor, ya nadie quiere: creo que solo tres queremos tener niños (y una de ellas, ya veis, está en ello). No voy a ser como mi abuela, que podía hacer todos los jerseys que quisiese, que siempre había un niño pequeño a mano para encasquetárselo. Por un bebé que hay, hay que aprovechar.

No sé si se ha notado, pero bajo todo el entusiasmo por tener tanto que aprender, en el fondo estoy asustadísima. ¿Tenéis algún consejo que darme para no fracasar estrepitosamente?

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Bufanda de Gryffindor

¡Atención! He cogido las dos agujas otra vez, ¡y de momento no ha habido dramas!
Esta vez me puse a hacer una bufanda con uno de los colores de las casas de Hogwarts, Gryffindor. La casa a la que pertenece Harry, una bufanda como la que lleva su amigurumi, que hice y sorteé hace poco.
En caso de ir a Hogwarts (no me importaría volver a estudiar si me mandan ahora la carta y me dicen que tengo que presentarme en el andén ¾ el 1 de septiembre) no me meterían en Gryffindor, pero es que cuando vi estos dos colores, tan perfectos, en la misma calidad de lana... tuve que hacerla.

Bufanda gryffindor harry potter facil
Bufanda griffindor harry potter facil

De momento apenas he empezado con ella. Tiene un pequeño error por el medio, pero le he pasado por encima y no se nota demasiado. Como veis, es lo más sencillo del mundo: agujas rectas y punto bobo. Pero es la primera vez que estoy experimentando con el cambio de colores y a ver si consigo que todas las franjas me queden del mismo tamaño (si tenemos en cuenta que no sé deshacer voy a tener que ponerle mucha atención).
Sigo sin intentar salirme del punto bobo. Pero como me dijo mi abuela, antes de ponerme con cosas más difíciles tenía que hacer mucho punto del derecho y mucho punto del revés. Por lo menos el del derecho ya lo tengo afianzado y me siento segura con él. Creo que lo mío con el punto va a ser un aprendizaje de fondo, de ir avanzando poco a poco y de dedicarle mucho tiempo.
No sé qué tamaño tendrá cuando la acabe. Compré 200g de lana, 100 de dorado y 100 de rojo, pero como no estoy siguiendo ningún patrón, no sé si cuando la acabe me dará para una bufanda, para un cuello de dos vueltas o para solo una vuelta. Yo sigo para adelante, sumando vueltas, hasta donde se acabe la lana. A ver en qué queda.

Bufanda gryffindor harry potter facil
Bufanda griffindor harry potter facil

Antes dije que yo no encajaría en Gryffindor. Realmente, hasta que me llegó la lana y empecé una conversación seria sobre las casas de Hogwarts, no sabía a qué casa pertenecería. Hay muchos tests en internet donde te indican qué casa va más contigo, pero a mí siempre cada uno me daba un resultado diferente. Hasta que una chica me dijo una cosa en la que tenía mucha razón: puedes elegir. El Sombrero Seleccionador te sugiere en qué casa encajarías mejor, pero si no quieres ir a alguna casa, te la descarta. Justamente, el Sombrero estaba dudando de meter a Harry en Gryffindor o en Slytherin, pero él le dijo que esa última no. Así que fue a Gryffindor.
Y como todos los tests que hacía eran confusos, pues elijo yo: Slytherin. Antes hacía el chiste de que a mí me tenían que poner en la casa del chocolate, y a Slytherin le pega escaparse de la mazmorra durante la noche para ir a robar chocolate a la cocina. Me vale.

A ver si no tardo mucho en terminarla. Es sencilla pero puede salir larga (o no, es la bufanda de Schrödinger), y me han convencido para tejer una chaqueta (¡mi primera chaqueta!) y esa va a ser la prioridad. Lo importante es que me estoy reconciliando con las agujas y tengo muchas ganas de aprender cosas nuevas. La chaqueta me va a hacer salir de las rectas y voy a probar las circulares, por ejemplo :D

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Bufanda “Rosa”

El Diccionario de la Real Academia Gallega dice que rabudo/a es “dícese de la persona de carácter áspero, agrio y desapacible” y “dícese también de la persona tosca, rústica y sin pulimento”. Sin embargo, en mi casa, “rabudo” es sinónimo de “terco, empecinado, que cuando se le mete algo en la cabeza no para hasta conseguirlo”.
Desde que soy pequeña mi padre me dijo que yo era muy rabuda. Y cuántos más años pasan, más razón tiene:

Si leéis el blog o me seguís en Twitter os habréis dado cuenta de mi lucha eterna con la calceta. Que llevo un par de años intentando aprender y que siempre termino frustrada, cabreada, con lo que empiezo vuelto a hacer un ovillo de lana y yo diciéndome que es imposible, que nunca más.
Y sin embargo, un par de meses después, vuelvo a coger las agujas.

bufanda facil punto bobo patron gratis

Hace unos meses, ya que yo sola no era capaz, intenté ir a clases a que me enseñasen, y fue un fracaso incluso mayor. Pensé que esa era la definitiva. Pero un poco después le contaba a mi abuela que no era capaz, me puso esa cara mezcla de “qué pena” y “te voy a arrear” y me dijo que para aprender bien tenía primero que tejer muchos metros de puntos por el derecho y por el revés, y que los fuese combinando poco a poco. Que no tuviese prisa por avanzar ni aprender puntos difíciles, que con esos dos puntos ya podía hacer muchas cosas.
Y le he hecho caso (aunque mi abuela, que tuvo 10 hijos, es especialista en darte órdenes sin que te des cuenta). Ahí estoy, con otra bufanda:

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El proyecto que he elegido para desesperarme esta vez es el patrón gratuito Rosa, de Anne Schulz. Es muy, muy sencillo: es un rectángulo de 30x160cm de punto bobo. Lo más difícil es el ojal, pero aún no llegué ahí. Va creciendo poco a poco, mientras voy haciendo miles de puntos del derecho para cogerle soltura, aprender cómo es el dibujo que hacen los puntos y esas cosas. Obviamente, no le llamo "bufanda rosa" por el color, sino por el nombre del patrón. No me gusta nada la ropa rosa y este azul me encanta.
Estoy tejiéndola en una lana de algodón que compré hace ya dos años (¡cómo pasa el tiempo!) a Gorgeous Knits en color azul vaquero. Está quedando suave pero muy calentita. Tengo ya un metro de largo y me da mucho calor en las piernas cuando me pongo a tejer. Para este metro usé dos ovillos de 100g, que no sé cuántos metros pueden ser porque la lana vino sin etiquetas y únicamente medida en peso.
No creo que llegue a medir el 1,60m. Tenemos que tener en cuenta que mido menos 1,55, la bufanda sería más alta que yo. Y en proporción, necesito menos largo de bufanda, porque tampoco tengo los hombros tan anchos como alguien que mida 1,60-1,70. Me la voy probando a cada poco y creo que podré parar al 1,30 o 1,40. Me queda poco y eso me da más ganas de seguir :)

Así como de ganchillo sé qué quiero hacer (o acabar, en este caso), cuando termine con esta bufanda, no sé qué hacer a dos agujas. ¿Alguna sugerencia de patrón sencillo? (que tenga solo punto del derecho y del revés, ¡por favor!)

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Es bonita la tela que usé para el fondo, ¿verdad? La compré a principios de verano para hacerme un vestido fresquito, pero este año no ha hecho calor y no tuve necesidad de él. Tengo los patrones hechos, imagino que lo haré durante el invierno y quedará esperando a ser estrenado.

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Bufanda cuello de punto

En Navidades me regalaron un ovillo de lana extra grande junto a unas agujas de tejer extra grandes. El ovillo y las agujas son preciosos, pero... yo solo sabía ganchillar. Llevaba un tiempo buscando una excusa para aprender a hacer punto (yo lo llamo calceta) y vinieron en el momento justo.

Se juntó además con que en el centro al que voy a clases de costura dan clases de muchas otras cosas, entre ellas, hay una clase que es “todo labores”, pero sobre todo hacen calceta, bordado y patchwork (que pronuncian “pasguor”, por cierto). Como también tenía curiosidad por el bordado, me apunté.
Yo había querido aprender en casa, sola, como hice con el ganchillo. Busqué, pero no encontré nada de calceta para zurdas en español. En inglés encontré pocas cosas, y tirando a malas. No encontré a nadie que enseñase bien un par de puntos seguidos, si no que tenía que ir saltando de persona en persona, y que si uno pone la hebra por aquí, este la pone por allá... no había manera de avanzar.
Pensé que yendo a clase me iría mejor. Aunque la profesora no supiese tejer con la izquierda, mirando y preguntando estaba convencida de que podría avanzar sola. Y me equivocaba, mucho.


En clase el primer día aprendí el derecho y el revés. El derecho lo había consegudo en casa, y en clase conseguí el revés. Empecé a tejer con esas tremendas agujas del número 19, y la cosa avanzaba bien, aunque físicamente me destrozaban: cansancio, calambres en las manos...
Además, me cogí unas agujas del 4,5, un tamaño normal, para ir haciendo otras cosas en casa. Me encontré este patrón, que además de sencillo me parecía bonito, y me puse con él. También estaba equivocada.
Durante una semana, me llevé bien con el punto. Me duró solo una semana. La bufanda-cuello que estaba haciendo en mi casa avanzaba demasiado poco a poco, no paraba de crecer y nunca era suficiente, pero lo peor pasó en clase.
Llegué un día y mi profesora me quiso enseñar otro punto. Le llamaba punto de espiga. Tiene esta pinta:

punto espiga dos agujas

Pasé una clase entera (casi 3 horas) intentando aprenderlo. Tienes que alternar una vuelta haciendo dos puntos del derecho y dos puntos del revés con otra vuelta del revés. Además, en las vueltas del revés, de cada cuatro puntos, tienes que devolver dos a la aguja, pasar la hebra hacia delante, devolver los dos puntos a la aguja y seguir tejiendo. Todavía no sé ver cuándo tengo que tejer derecho y revés, y ahí me salía mal, pero sobre todo, no entendíamos por qué al pasar la hebra hacia delante y hacia atrás el punto no se iba dibujando.
Después de intentarlo dos veces, mi profesora llegó a la solución definitiva: “vas a tener que aprender con la derecha”. Me sacó las agujas de las manos, me deshizo las últimas vueltas, me cogió a mí las manos y me obligó a tejer con la mano cambiada. Mientras, toda la clase miraba y decía “pues vas a tener que aprender con la derecha, no es tan difícil”.
Pasamos así la última media hora de clase. Yo no sabía cómo decirle que no quería eso, que no estoy cómoda y que así no puedo hacer las cosas. No soy zurda porque me parezca más guay, soy zurda porque es la manera natural que tengo de hacer las cosas. A mí me parece increíble que la gente pueda tener buena letra con la derecha, y no por eso me pongo a mirar lo que escribe mientras le digo “jo, qué difícil lo haces, ¿no es más fácil con la izquierda?” (estoy cansada de que me digan eso).
No, no es más fácil. Tampoco es más cómodo. Si pudiese tejer con la derecha, o hacer cualquier cosa con la derecha lo haría, porque me facilitaría muchísimo la vida: no puedo abrir latas de conserva, por ejemplo. ¡No es por capricho!
Me volví a casa sintiéndome fatal. Hacía mucho que nadie me hacía sentir tan mal. No volví a clase. Tampoco voy a volver.

Decidí dejar la calceta, por lo menos por el momento. No tengo ganas de seguir con ella. Ya no me interesa. Tengo planes para la lana del nº20 que me regalaron en Navidades y la usaré. Pero después de eso, no más.

bufanda sencilla dos agujas puntos cuello

Ayer por fin terminé la bufanda-cuello de punto. Me ha llevado un ovillo y medio (380m más o menos) y la lana me encanta. Llegó un momento que me cansé de usar las agujas, cerré y le hice un tramo que le faltaba a ganchillo.
La lana me la regalaron este verano pasado, una lana vintage de Oso Blanco (Joven) en un color verde azulado oscuro. Pica un poco pero es calentita. Alteré un poco el patrón, y en vez de montar 30 puntos monté 50 porque me parecía demasiado estrecha. Y como mil vueltas después, está hecha.


¿Creéis que volveré a tener ganas de volver a coger las agujas de calceta alguna vez? Ahora siento que no.

Reseña de lana: Alpaca Wool

Cuando reformé el blog me di cuenta de que tenía una etiqueta muy poco explotada: la de las reseñas; cuando realmente podía estar usándola. Y aquí llega la primera entrada de las reseñas que tengo ya pensadas, una lana de alpaca china que compré hace unos meses.

Le he llamado al post “Alpaca wool” porque es lo único que entiendo de lo que pone la etiqueta. No pertenece a una marca concreta y no tiene muchas más referencias en esta. Está compuesta por un 20% de cachemira de alpaca, un 35% de lana y 45% de cachemira de Dongli (que es un sitio de China), o eso interpreto en la etiqueta. Viene en ovillos de 50g para una aguja del 4-5, que son unos 130m y tiene una carta de colores bastante completa.

A mi novio y a mí nos encantan las alpacas. Si es porque se han puesto de moda por internet, si es porque mi Arpakasso es suave, o porque el animal mola en general, no lo sé. Pero como no puedo regalarle una alpaca, quise hacerle una bufanda de alpaca. Porque además me dijo que no tiene bufandas. ¿QUIÉN NO TIENE BUFANDAS? Había que ponerle remedio.
Compré 4 ovillos, 2 de negro, 1 de verde y otro de morado. Con un ovillo negro y el verde le hice esta bufanda:

Bufanda de rayas a ganchillo
Bufanda de rayas a ganchillo

Es muy sencilla, no tiene ningún misterio: es una bufanda a rayas, hecha en punto medio alto (media vareta) hasta agotar los dos ovillos (más una vuelta alrededor para rematar los bordes). Los extremos van unidos con tres botones, porque tiene el largo perfecto para darle dos vueltas al cuello.

Me ha encantado la lana. Es suave, ligera y aunque es bastante fina, es calentita. No pica, para llevar en contacto con la piel, y no tiene pinta de hacer bolitas ni estropearse fácil. Se hizo muy fácil trabajar con ella y ya estoy pensando en qué hacer con el ovillo negro y el morado que me quedan.

Lana de alpaca, diferentes colores

La compré a través de Ebay a una tienda de lanas. Tienen una variedad inmensa, y tras comprarles dos veces puedo decir que son serios, las lanas vienen bien empaquetadas y que trabajan rápido. La tienda es SuppliesCraft, pero no sé cómo funcionan estas tiendas de Ebay, que a veces cambian de cuenta sin avisar y quizás en unos meses ese link se quede roto. De momento, está funcionando.
Tienen estas lanas, las de “alpaca cashmere yarn”, pero tienen en un montón de mezclas: bambú y algodón (compré también dos ovillos de esa lana y es demasiado suave), mohair, seda, algodón, soja... Lo único que tengo que puntualizar de la tienda es que no todas las lanas están en venta directa: algunas están en puja y hay que seguirlas de cerca para conseguirlas. En los últimos segundos de una puja puede haber bastante rivalidad, y te puedes quedar sin ovillo cuando no lo esperas.

Yo voy a repetir de esta lana. También voy a repetir compra en la tienda, que tienen alguna otra lana (sobre todo con degradados) que me llaman mucho la atención.

Calceta: motivación

Como enseñé hace un par de días, estoy aprendiendo a tejer calceta. Pero yo, si no me planteo grandes retos y metas hacia los que ir avanzando, me aburro de lo que estoy aprendiendo y lo dejo. Así que nada más terminar de tejer las primeras vueltas en punto bobo me abalancé sobre Ravelry a mirar cosas de niveles más avanzados y buscar algo que me gustaría hacer, en un futuro (espero que no a demasiado largo plazo). Y vaya si encontré cosas.

Lo más fácil de lo que me fui encontrando parece este cuello. Digo que lo parece, porque abrí el patrón para leerlo y al ver que está hecho en agujas circulares lo cerré. Sudo cuando escucho hablar de cables, de agujas, de si se pueden intercambiar... todavía me queda lejos. Pero lo haré.

cuello sencillo punto easy knit cowl
Drop Stitch Cowl, de Abi Gregorio

Estos dos gorros me gustan mucho, y no parecen ser demasiado complicados. Tendré que echarle ganas, eso sí; en Ravelry no dicen que sean fáciles solo “dificultad media”.
gorro punto bonito beautiful knit hat white blanco
Fairy SnowCap, de Rosemary Hill

gorro punto bonito beautiful knit hat yellow amarillo
Fuego hat, de Justyna Lorkowska

Este gorro también me gusta muchísimo, y me parece genial. Aunque le haría algunos cambios: no le pondría las borlas en las esquinas, y lo más probable es que lo hiciera sin esquinas. No sé cómo está construido, pero ya se lo hice a algún gorro a ganchillo y como no depende de las agujas, si no del cierre, no lo considero un problema:

gorro búho punto owl hat knit
Chouette, de Ekaterina Blanchard

En cuanto a chales, hace mucho que le tenía el ojo echado al Terra, y aunque usa una lana bastante fina y tiene que llevar un porrón de horas hacerlo, no parece demasiado intrincado. También me gusta mucho el Lonely Tree.

chal punto bonito beautiful shawl knit
Terra, de Jared Flood, pero chal y foto de Nestfiber

chal punto bonito beautiful shawl knit
Lonely Tree Shawl, de Sylvia Bo Bilvia

Y después de esto, me voy a los de dificultad alta. Pero es que los dibujos tipo nórdicos me vuelven loca. Hace días que estoy enamorada de este gorro:
gorro punto bonito beautiful knit hat
Snawheid, de Kate Davis

Y siempre he amado este tipo de manoplas:

manoplas guantes punto colores
143-32 Rainbow Mitts - Mittens with pattern in Fabel, de DROPS

manoplas guantes punto colores
Icy Water, de Muraka Mari

Algún día tendré unas manoplas así. Si las haré o las compraré al viajar al Norte, no lo sé. Pero tengo que tener unas manoplas así, me llevan el alma.
Pero esto ya no es calceta normal, es jacquard, e imagino que me pondré a practicarlo cuando tenga dominados los otros puntos.
Investigando acabo de descubrir que el jacquard se puede hacer también a ganchillo, a lo mejor me pongo a practicarlo antes a ganchillo, porque las veces que intenté hacer cosas cambiando de colores repetidas veces no quedé satisfecha.

En fin, que estoy motivada pero sé que me falta mucho por avanzar. Por el momento, en twitter me han aguantado una crisis que me duró toda la tarde de antes de ayer al darme cuenta de que había aprendido mal el punto del derecho y del revés, y los volví a aprender y volvieron a estar mal y así hasta... las 2 de la mañana, cuando conseguí lo que quería. Estoy reponiéndome mentalmente para volver a coger las agujas, pero no tardaré mucho.

Voy calcetando y entre momento de desesperación y desesperación... me tranquilizo ganchillando para la Japan Weekend, que quiero ir bien surtida ;)