Hace casi tres años que empecé a tejer. Debí tener suerte y dar con los tutoriales adecuados, porque aunque nunca he tenido un profesor que me dijese qué tenía que hacer, encontré buena información y de calidad. Entre esa información me encontré con que un amigurumi tiene derecho y tiene revés, y que los tiene por una razón.
Pero ahora que esto de ser crafter está de moda, y saber hacer cosas con las manos es cool está aflorando por todas partes gente que quiere tejer o gente que sabe tejer. Y también la oferta de cursos de ganchillo y de amigurumi está aumentando muchísimo. Recuerdo que cuando empecé con solamente mirar a la palabra “amigurumi” se te trababa la lengua, y buscando en Google solamente existía una palabra que lo relacionase con Coruña (y era un anuncio de una mujer que buscaba profesor).
El negocio está claro. Hay cursillos de amigurumi prácticamente donde quieras. Cursillos exprés, cuando esto es algo que hay que tomar con calma y paciencia. Cursillos que, por lo que estoy viendo, no saben o no tienen tiempo para enseñar cosas básicas como que para hacer un punto bajo hay que coger las dos hebras o que existe el derecho y el revés, y cómo distinguirlos.
A principios de mes hice en este blog una entrada sobre el derecho y el revés para darlos a conocer, porque cada vez me estaba encontrando no solo a más gente que hace y vende amigurumis al revés, sino que también se dan cursos publicitados con amigurumis tejidos al revés. Tengo una opinión muy firme sobre el mundo craft, las crafters, las chachi-mamás y toda la gente que pivota a su alrededor, pero intenté no reflejarla. Porque eso daría para otra entrada, y larga. Me quería ocupar de un tema tan sencillo como eso y así hice.
Cuando me cansé de ver amigurumis al revés y de ver que al parecer nadie se daba cuenta, empecé a planificar la entrada. Y un día me encontré con una foto que me venía perfecta. Pedí permiso para utilizarla como se puede ver en esta captura de pantalla: (aquí link directo)
La foto es esta:
Casi una semana más tarde, terminé de hacer las fotos que necesitaba para la entrada, de redactarla, y la publiqué. La entrada se difundió, tiene 10 comentarios (la que más en este blog) y más o menos ahora lleva 200 visitas.
Creo que he explicado bien, de manera amable y constructiva cómo es un amigurumi del revés y cómo es del derecho, sin personalizar en nadie ni acusar a nadie de hacer nada mal. No he querido escribirlo de manera ofensiva o para atacar a nadie, y creo que lo he conseguido, visto que, tras tantas visitas y comentarios (y comentarios que me han hecho en privado) nadie lo ha mencionado.
Todos menos una persona. La mujer que está tras O Espiño quiere retractarse ahora. Me ha mandado un par de emails completamente afectada y herida por lo que he dicho de ella en la entrada y me pide que la retire, o retire sus fotos.
Alega que la he engañado y que no he seguido lo pactado (el único mensaje que habíamos intercambiado antes se puede ver ahí arriba) y que se siente ofendida.
No ha sabido encajar una crítica constructiva, argumentada, impersonal e incluso ni siquiera la nombraba porque no sabía cómo volver a localizar su página de facebook. Y por no saber aceptar una crítica positiva me está exigiendo censurar la entrada o modificarla a su capricho.
No está en mis planes cambiar ni borrar la entrada. No me parece que su queja sea legítima, puesto que en ningún momento la he engañado. Debía pensar que iba a usar su foto para alabarla o darle publicidad, pero en ningún momento le dije para que fuese eso. Además, no creo que la haya atacado, ni a ella ni a nadie más, y está fuera de lugar que se ofenda o se moleste por alguna cosa de las que hay escritas en esa entrada. No tengo razones de peso para cambiarla.
Sin embargo, si tan mal le ha sentado la entrada, le doy la posibilidad de que me busque otras fotos con las que sustituir la suya. Con otras fotos que me sirvan para la entrada, yo las cambio encantada. Pero mi trabajo con esa entrada está terminado, y no voy a cambiarla ni a perder el tiempo buscando otras imágenes. Como le he dicho en los emails, yo he invertido tiempo y trabajo en esa entrada, y no voy a invertir más por un capricho o una rabieta.
Bueno, querida, ahora sí vas a poder indignarte.
Yo me siento ofendida de que alguien que tiene la cara de cobrar 60€ por cabeza por tres horas de taller no sepa tejer amigurumi correctamente (aunque ey, te dan té!). Y me ofende muchísimo más que no quiera aprender a hacerlo bien. No te había dicho en ningún momento para qué iba a utilizar la fotografía, y has dado permiso de todas maneras, sin preguntar. No pertenezco al mundo chachicrafter donde las alabanzas vacías están a la orden del día. Yo no estoy aquí para alabar a nadie que no se lo merezca, y desde luego, que te haya sorprendido que no sean alabanzas dice mucho sobre el desconocimiento que tienes sobre tu trabajo y sobre la calidad de lo que haces.
Si no sabes encajar una crítica, aunque sea un comentario tan suave y argumentado como el que he hecho, no es mi problema. Y a mí los victimismos y el hacerse la ofendida por chorradas me resbalan. Me la sudan muchísimo.
Dejaremos de lado la calidad-móvil de la fotografía para anunciar el curso, porque ante semejante cutrada también podría extenderme. Creo que si vas a cobrar 60€ por cabeza lo mínimo que podrías hacer es cuidar un poco la presentación del curso.
A todo esto, yo a ella no la he insultado en ningún momento. Ni en la entrada ni en los mails enviados. Sin embargo, ella, ofendida y herida, no ha podido evitar llamarme "mala persona", "vaga", inconsecuente con mis actos y mentirosa. Solo pensé que sería interesante mencionarlo.
A todo esto, yo a ella no la he insultado en ningún momento. Ni en la entrada ni en los mails enviados. Sin embargo, ella, ofendida y herida, no ha podido evitar llamarme "mala persona", "vaga", inconsecuente con mis actos y mentirosa. Solo pensé que sería interesante mencionarlo.
Creo que no tengo más que decir por el momento. Salvo que, lectores y potenciales amigurumiers de Lugo y alrededores (según las estadísticas del blog, no sois pocos), POR FAVOR, no asistáis a cursos impartidos por esta mujer. Como se ha visto, no sabe tejer ni quiere aprender a hacerlo mejor. Os va a sacar 60€ por aparentar que sabe, y lo poco que os pueda enseñar, lo hará mal.
Y en general a los potenciales alumnos de talleres “exprés” en tiendas crafters: si queréis asistir a un taller o curso así, buscad antes quién va a impartirlo. Buscad fotos de su trabajo, de qué hace y si lo hace bien. Si tenéis dudas, contactad con alguien que haga algo parecido, que ahora con Facebook y los blogs es muy sencillo y rápido. Se están dando muchos casos de “profesoras” que no saben qué están enseñando o que lo están enseñando mal, solamente por aprovechar que está moda y que hay gente dispuesta a pagar. No dejéis que se aprovechen de vosotros.