El fin del amigurumi


Llevo meses intentando retrasar esta entrada. Es quizás la peor entrada que podrá aparecer por este blog. Pero es hora de dar por terminada una etapa que se acabó hace tiempo. Es hora de afrontarlo.
Dejo de hacer amigurumi y de dedicarme a él. Hace meses que no cojo las lanas para hacer amigurumi y en mi cola de proyectos se han ido colando otras cosas. Me forcé en primavera para llegar a Expotaku, pero desde entonces no he vuelto a tejer nada. Hace casi un año que no busco patrones nuevos ni tengo ganas de escribir ninguno propio. Estoy sin ideas y sin ganas de tejer.
Castellón tampoco ayuda. No encuentro un relleno que me sirva, la lana que uso no la encuentro en ningún sitio (y Lanas Stop está tan mal que terminará cerrando), y tampoco ha aparecido alguna otra que pueda sustituirla. Hace demasiado calor para tejer durante demasiados meses y no tengo tanto tiempo para dedicarle. Ni siquiera tengo ningún sitio al que ir a sacar fotos y que me dejen en paz. Así que creo que es mejor aceptarlo: no voy a volver a tejerlo.
Quizás vuelva a hacerlo en alguna ocasión especial, no voy a negarme en rotundo a los anillos mágicos. A lo mejor para algún cumpleaños o un patrón que se me antoje mucho, pero no será lo mismo de ahora.
Sin embargo, seguiré cosiendo. Y sigo aprendiendo con las dos agujas. Desde hace dos años hacia aquí aprendí cuatro veces a hacer el derecho y el revés, y a este paso seguiré atascada en esas cosas básicas durante mucho tiempo. Quiero hacer otras cosas con ganchillo y no tener que dejar más piezas a medias.

Obviamente, tampoco seguiré haciendo pedidos personalizados. Aunque disfruto mucho de ellos, no tengo materiales ni tiempo.

Además, voy a aprovechar para deshacerme del amigurumi que me queda, y de los materiales que usaba. Tengo casi una caja de muñecos a los que dar una casa mejor. Y un gran paquete de ojos y narices de seguridad que no creo que vaya a usar. Voy a revivir la tienda de Etsy en los próximos días e ir subiendo todas las cosas.

En cuanto al blog, dejaré de fingir que sigue estando para hablar de amigurumi. La actividad en estos pasados meses ha decaído a casi a cero, pero no lo cerraré. Nos queda la costura, porque aunque ya no voy a clase sigo cosiendo y aprendiendo por mi cuenta. También estoy pasando unas intensas horas intentando tejer con dos agujas y que no quede un churro. Algún día tendré algo decente que enseñar. Es decir, quiero seguir escribiendo, aunque apenas tengo tiempo. Tengo una entrada de las grandes en marcha y tengo cosas que contar, pero ninguna hablará de amigurumi.
Cómo me gustaría volver a tener tanto tiempo como tenía hace unos meses. Cada vez (cada 15 días) que entro a Bloglovin me echo a temblar de la cantidad de blogs que tengo por leer. Lo mismo me pasa cuando echo un ojo a la lista de entradas que quiero hacer para este blog. Pero ahora tengo otras prioridades.

También me voy a cargar la cuenta de Instagram. No llegué a subir demasiadas fotos, porque es incomodísima de usar, pero está empezando a cambiar el alcance orgánico, como Facebook, y paso. Paso en moto. Paso mucho. No vale la pena luchar contra los alcances orgánicos. Me retiro antes de empezar otra lucha que no se puede ganar.

Espero tener terminadas las fotos y haber corregido el texto en menos de una semana. La próxima entrada será de las gordas, con mucha información, mucho texto y muchas fotos. E irá sobre costura.