Había una vez un pingüino que era feliz.
Es lo primero que se me ocurre al ver a este pingüino. No es la primera vez que lo hago, aunque al otro creo que no llegué a sacarle fotos y nunca llegó al blog. Y es que me da felicidad solamente de verlo, con esa carita alegre que tiene y esa expresión que hacen las alas.
El patrón está basado en el Tuxedo Sam de Amigurumei aunque me tomé varias libertades: no le hice ni el gorrito, la pajarita y le cambié la cara. Y el resultado, aunque es muy sencillo, me encanta. Debe ser por la forma del pico, que le da expresión de felicidad.
El primero que hice fue en gris, y lo vendí al poco de hacer. Este azul también me duró poquito, porque se lo llevaron durante el Expotaku, pero haré más. De momento, queda expuesto en mi tienda en Artesanum para hacer por encargo.
Es algo grandecito, le calculo algo más de 15cm de alto, y es bien gordito. Se aguanta bien en pie gracias a los piececitos tan monos que tiene.
¿Se nota mucho que me tiene enamorada?
Pues sí que tiene carita de felicidad, jajaja! es chulísimo! Me gusta mucho el color azul intenso que elegiste para hacerlo.
ResponderEliminarPor cierto, mi enhorabuena por haber triunfado en la feria, que ya he leído que tu stand tuvo mucho éxito. Bichitos lanosos al poder!!
Un besito!
Es muy alegre! La verdad es que es mirarlo y tener ganas de reírse!!! :) Genial!
ResponderEliminarEs guapisimo ese pinguino! Me ha enamorado es precioso
ResponderEliminar¡Precioso! Es mi animal favorito, me encanta :)
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