Compra en comercio local

Estoy cansada de que me tomen por tonta. Estoy cansada de que porque soy joven, o parezco inexperta, la gente crea que pueda mirarme a la cara y engañarme o aprovecharse de mí. Puede que en algunas cosas tengo poca experiencia y tardo en darme cuenta de otras, puede que no tenga el valor de responder mal cuando me doy cuenta, pero tonta no soy. Lo acabo sabiendo todo.

Hace un tiempo surgió un movimiento pidiendo a la gente que tuviese en cuenta a los pequeños comercios locales cuando fuese a hacer compras, porque las grandes cadenas de tiendas e internet estaban destrozándoles las ventas. Pensé que tenían razón. Me parecía algo lógico y bueno, y lo seguí durante un tiempo. De hecho, para muchas cosas lo sigo haciendo: pan, verduras, carne y pescado los compro solo en tiendas locales y pequeñas, especializadas. Pero he decidido que muchas otras cosas, sobre todo para coser, ya no. Voy a comprar por internet donde no me van a timar.

Esta semana pasada estuve en Castellón. Muchas sabéis que mi novio es de allí e intento ir una vez al mes por lo menos. Estaba haciendo un vestido en mi casa, y necesité un prensatelas para cremallera invisible. Aunque me parecía algo sencillo de encontrar, como no lo tenían en ninguna mercería de mi pueblo ni en las de al lado (como tantas otras cosas...), decidí comprarlo en Castellón, ya que paso habitualmente cerca de la casa Singer.

Después de preguntarme qué máquina tengo, el hombre me clavó 4,50€ por un prensatelas que no vale para ella. Cuando pude mirarlo con tranquilidad, vi que tiene una pieza que no se puede sacar y que no encaja con mi máquina. Entonces volví a cambiarlo, y como en un par de días cogía el avión y él tenía que pedirlo, le dije que me hiciese la devolución y ya volvería otro día a por él. Me dijo que no podía devolverme el dinero (¿?), que lo pedía al almacén y que me llamaría para ir a intercambiarlo. Hace días que estoy de vuelta en casa y obviamente, tengo un prensatelas que no me vale. (Siendo justos, descubrí que se puede utilizar desmontando piezas de la máquina, pero no es el que quería y le pedí)

Hace un año, cuando estaba haciendo mi primera falda sola, fui a una señora que vende retales en un mercado de fin de semana. Me timó 6€ por un rectángulo de 0,75 por 1m. La tela era de algodón, no de oro. La señora del puesto de enfrente quiso cobrarme 17€ el metro por una tela de tartán que, poco después, conseguí por 5,50 en Coruña (es difícil que sea exactamente la misma, pero se le parece mucho). Estoy segura de que a las señoras mayores, que saben más que yo, no les dan esos precios. Porque hubiesen cerrado hace mucho. Pero como la niña no sabe lo que cuestan las telas (¡ja!) vamos a inflarle el precio.

Cuando empezaba a ganchillar, en una mercería de Coruña pedí “hilo de coser” en azul, y ahora que sé un poco más de hilos, la señora me vendió torzal. Como la niña es joven y no sabe qué le estoy vendiendo, y tengo aquí el torzal azul muerto de risa, que cargue con él.

Al quejarme por twitter por lo del prensatelas me contestó gente a la que le pasaron cosas parecidas a mí. Gente en tiendas que intenta aprovecharse de gente, y gente que se harta y decide no volver a comprarles a ellos. También me hablaron de hombres que van a comprar a mercerías sabiendo bien qué quieren y las vendedoras intentan colarles cosas que no son lo que buscan (y aún negándole que ellos sepan lo que quieren). No soy la única a la que intentan vender lo que no quiere. ¿Cuánta gente que realmente no sabe sí pica? ¿De cuánta gente se están aprovechando?

A día de hoy, las únicas tiendas físicas que no me han metido un palo, no me han engañado ni se han reído de mí, son la tienda de retales a la que voy a Coruña (Montecarlo, en la calle Ramón Cabanillas), una Lanas Stop donde compro las lanas (Ronda de Outeiro, sobre el 138) para los amigurumis y una Katia que hay cerca de mi casa. Son los únicos sitios en los que me han hablado de tú y que no me han tratado como si fuese tonta o estuviese haciendo recados. También tengo que mencionar a las mercerías de mi pueblo, pero solamente voy a ellas a comprar cremalleras y bies y me conocen de toda la vida. Ya iba a comprarles cosas antes de saber coser.

En internet nunca me ha timado nadie. Los vendedores son serios, cumplen lo que prometen y si hay problemas (el 90% de las veces no los hay) saben solucionarlos. No he ido a pedir algo, me han visto cara de joven, pensando que no sabían de qué hablaba y le han subido el precio, o me han colado algo que no había pedido, o que les sobraba. Mi experiencia con ellos es mucho mejor.

A ver qué pasa cuando las señoras que no compran por internet dejen de coser y de tejer y las que sí lo hacemos seamos sus únicos clientes (o no-clientes, porque ya estamos hartos). Todos conocemos negocios que maltrataron a la gente y cuando se vieron en problemas tuvieron que ir a buscarlos de rodillas. A mí no me da cargo de conciencia no volver a entrar en ciertos locales.

Desde luego, cuando paso por el lado de las señoras del mercado ni les miro. A la mercería de Coruña (Manoly, Avenida de los Mallos pasando la Ronda de Outeiro) tampoco he vuelto. Y a la casa Singer de Castellón, la que está frente al instituto Herrero, tampoco. Que se divierta arreglando máquinas él solo. Yo me acabo de comprar varios prensatelas (cremallera invisible, overlock y dobladillo), alfileres y agujas por Aliexpress por menos de 10€.

Me mudo a las compras online.

Fuente de la primera imagen

Fuente de la segunda y la tercera